Tengo un poco de nostalgia por anticipado, lo sé. Y mi mejor manera de atravesarla es disfrutar a full cada minuto. Hacer más fuertes los recuerdos, creating memories diría Dolo.
De eso se trata, por ejemplo, armarles el desayuno del Día del Niño (no taaaan producido como el de 2013). Pero si regalarles un día especial, uno de esos que se transforman en Recuerdos Centrales (vieron Intensamente/ Inside Out? Por favor no se la pierdan, ni aunque tengan 99 años...!)
Inspirada en algunos de los mil tips del último workshop de Marina y Jess, #mesasfelices #recetasfaciles y con antojo de unas cookies que había posteado Juli hace un tiempito, puse manos a la obra.
Un poco comprado, un poco horneado, mucho amor. Usando sus juguetes (esos que ya casi no usan pero no pueden más de lindos!) para poner la mesa.
No saben la sonrisa de estas niñas cuando descubrieron la mesa!