One bowl recipes (y se te acaban las excusas)

14/8/16

Siempre me gustó comer rico, pero siempre fui tremenda fiaca. Siempre me gustaron las cosas caseras, pero si tenía que hacerlas yo DEBIAN ser muy fáciles.
Cuando era más chica me gustaba mucho invitar a mis amigas a comer y cocinar yo, y me creía mil sirviéndoles cosas tales como un pollo comprado (pero salseado con una mezcla de crema y mostaza) con guarnición de jardinera en lata saltada en un poco de manteca y azúcar. Era un menú topísimo comparado con el delivery con el que me invitaban ellas, pero qué porquería por favooooor! (y encima pretencioso... en fin). La cosa es que fui evolucionando hacia un lugar más rico, más saludable, pero no mucho más labiorioso porque #fiaca. Descubrí, por ejemplo, que si comprás las pechugas de pollo cuestan menos que el pollo hecho, lo cocinas sobre una base de cebolla picada y le ponés la misma crema y la misma mostaza pero queda mucho más rico.
Cuando nacieron las chicas me obsesioné un poco más con comer más sano, pero a la vez tenía (tengo) menos tiempo. Y porque, por además, con niños pequeños hambrientos y sin galletitas en la alacena a veces es más fácil sacar un budín de la galera (o mejor del horno) que salir a comprar. Así fue que me volví especialista en recetas muy fáciles. Si miran las recetas que hay en este blog van a ver que la constante es #facil&rico.Todo lo que hago, es porque es MUY fácil. Por ejemplo, soy fanática MAL del Carrot Cake, pero nunca en mi vida hice. Saben porqué? porque hay que rallar toneladas de zanahoria. #fiaca.
Además de la fiaca, creo que algo que aleja bastante a la gente de la cocina es el mito de no lo se hacer, no me va a salir, no sé ni por donde empezar. Bueno, acá estoy para desterrar el mito. Porque una vez que le tomás la mano a un par de recetas APB (A Prueba de B...ólidas?) podés empezar a jugar más y experimentar.
Subí hace unos días una foto de unas receta muy fáciles a IG (la de los alfajorcitos o la de la torta de almendras y me dí cuenta que la gente se copó. Así que, cual Chef Gusteau decidí dar inicio a la campaña #todospodemoscocinar. O mejor dicho, #todospodemosserpasteleros, compartiendo algunas #RecetasOneBowl, tan fáciles que sólo hace falta un bowl y algunos pocos ingredientes.

Empecemos con lo primero. Algo rico para la hora del té.
Como este Budinazo de Banana (aunque esta vez en versión Mini Budín).


























Va entonces la receta y algunos (muchos) tips y recomendaciones y links a otras recetas así de #facil&rico.

To be or not to be una madre que amamanta. Reflexiones en la Semana de la Lactancia Materna

7/8/16

UNICEF y la Organización Mundial de la Salud decidieron, en 1979, establecer la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Del 1ro al 7 de Agosto, un montón de países, organizaciones y personas se juntan para promover, difundir y apoyar la lactancia materna.
Soy profundamente defensora de la lactancia, dar de mamar donde haga falta (tengo anécdotas muy divertidas sobre eso) y todo el tiempo que se pueda quiera.
Y aunque yo amamanté a mis dos hijas, no soy para nada fundamentalista del asunto. Quizás porque bastante antes de ser madre, una amiga (la primera de mi grupo en quedar embarazada) un día me dijo, llorando, que no le gustaba nada dar la teta (a ver si nos entendemos, no era que no tenía leche, simplemente no le gustaba) pero que se sentía fatal, juzgada por todo el entorno, una mala madre. Eso no podía estar bueno de ninguna manera! (lo decía el otro día Jessica Lekerman en una foto en IG "una teta dada con frustración es peor que una mamadera con amor"... pero yo en ese momento no lo sabía, je). Mi amiga por suerte fue más fiel a sus sentimientos que al mandato y le dio muchas mamaderas con mucho amor a su hijo que hoy es un bombonazo de 1.80mts que creció sano y fuerte.
Cuando quedé embarazada de #pequemayor leí todos los libros y visité los 7 sitios que había sobre maternidad en Internet (eso fue hace varios años, ja!) y decidí que iba a amamantar todo lo que pueda, hasta el año aprox (siempre me dieron impresión los pibitos con dientes tomando la teta, o pidiendo con perfecta dicción Mama quiero teta!).
Como tantas otras cosas que decidí luego de una profunda evaluación no tardé mucho en darme cuenta que no siempre lo que yo decidía desde lo intelectual podía llevarse a cabo en la realidad.

Pero en el camino aprendí varias cosas:

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